Pues ya veis, aquí estoy medio griposo, con los ojos rojos y una tonelada de cajas de pañuelos en los bolsillos, y además, con un frío que pela. Pero esta mañana, al despertarme abrí las ventanas y me encontré con esto, y pensé... vaya... ¿Porqué no? Hoy puede ser un gran día.