Cuentan que avergonzaste a las luciérnagas

Cuentan que aquella noche… mientras él la amaba sobre la hojarasca, su cuerpo comenzó brillar y que en el mundo entero, durante unos instantes, la gente un resplandor azulado pudo contemplar.

Cuentan… que desde aquella noche, ya no hay luciérnagas en aquel lugar, que acomplejadas tras verla brillar, volaron hacia otras tierras donde nadie las pudiese encontrar.

Cuentan que todavía… en noches calmas… si uno se acerca en silencio por aquel lugar, puede observar como sin pizca de viento, la hojarasca se eleva intentando volar.

Cuentan que sucedió una noche…
Cuentan que él, la hizo brillar…
Cuentan que no fue un sueño…
Cuentan que fue real.



Sinuhé