Pues vaya aquí mi teoría de por qué se mueven las nubes y ya de paso, de por qué cuando en un lugar es de día en otro es de noche, al igual que cuando aquí es verano, en otros lugares es invierno.
Todo mi respeto para científicos y estudiosos de ahora y de todos
los tiempos que han trabajado toda su vida para mostrarnos el funcionamiento del mundo, pero como siempre, las cosas suelen ser más sencillas de lo que nos quieren hacer creer. Esta muy bien todo lo de la rotación y la translación de la tierra, y las presiones atmosféricas..y el niño y la niña. Pero en realidad, el movimiento de las nubes lo provocamos nosotros mismos..¿como?,os preguntareis. Muy sencillo, las nubes se mueven por nuestros bostezos y nuestros estornudos. Demostrado está que cuando estornudamos, desplazamos el aire que tenemos a nuestro alrededor, igual que cuando bostezamos absorbemos este mismo aire y creamos pequeños vacíos que se vuelven a rellenar al instante con aire de otro lugar. ¡Equilicua¡¡ Cuando esto se multiplica por cientos de millones, ponemos en movimiento toda la atmósfera.
Lógicamente como el mundo es una máquina compleja, los estornudos y los bostezos se reparten de forma equitativa, por eso cuando en algún lugar del mundo comienza a anochecer y se multiplican los bostezos atrayendo las nubes hacía ese lugar, en la zona opuesta ya es de día y de ese modo no se crean confrontaciones. Por otro lado, cuando en algunos lugares es primavera o invierno y los estornudos están en pleno apogeo, en sus opuestos es otoño o verano. Este tira y afloja entre continentes es lo que crea esas curiosas espirales atmosféricas que tan acostumbrados estamos a ver en las imágenes meteorológicas.
Por este gran descubrimiento hago un llamamiento a todos ustedes, dejen un poquito de lado el decoro y no tapen sus bocas al bostezar o al estornudar…no vaya a ser que por la buena educación, se nos paren un día las nubes.


Sinuhé